No estaba bien.
Algo dentro de mí me decía que no iba bien por donde iba, realmente no me gustaba mi vida.
Ya no me servía todo lo que había conseguido en mi vida…
Iba al trabajo todos los días, y cada día estaba más desmotivada.
Pero no fue hasta que me hicieron un contrato indefinido, cuando me di de bruces con la realidad…
La realidad era que en ese trabajo me sentía enjaulada.
Pero claro,
¿Cómo rechazar un trabajo permanente y la estabilidad económica?
Además, terminé una relación con el hombre con el que iba a pasar el resto de vida, dejando todos nuestros planes de futuro a un lado.
Además, sentía que en la cuadrilla de amigas no encajaba, no me interesaban para nada sus conversaciones y estábamos en puntos muy diferentes.
Además, cada poco tiempo enfermaba, el sistema inmune estaba flojo y mi punto débil era la garganta. Las amígdalas se inflamaban de tal manera que en una ocasión me llegaron a ingresar, no me olvidaré, me diagnosticaron la «enfermedad del beso», también tenía algún problema de rodilla.
Es como si mi vida fuera un lienzo lleno de dibujos, uno encima del otro, y donde no había espacio para más.
Pero no era capaz de hacer nada al respecto.
Ahora sé lo que me pasaba:
ESTRÉS EMOCIONAL.
Traducido:
Mi sensibilidad estaba a flor de piel.
Era un volcán, un maremoto de emociones, que con el mínimo estímulo explotaba.
Esas explosiones eran las más intensas que había vivido en mi vida.
Cada poco tiempo, estaba totalmente fuera de mí, dispersa, sin rumbo, perdida…
Lo peor de todo es que no podía parar.
No podía salir de ese círculo vicioso.
Hasta que un accidente de tráfico lo hizo por mí.
Entonces pude abrir los ojos, y ver mi vida desde otro punto de vista.
De golpe y de forma irreversible, el lienzo que era mi vida hasta entonces, se quedó completamente en blanco.
Todo lo que yo había “pintado” hasta el momento, desaparecido.
Y aunque al principio tuve miedo y me sentí impotente ante ese abismo, luego descubrí que era la oportunidad ideal para pintar el lienzo de mi vida, como yo quisiera. La vida me dio una segunda oportunidad.
De pequeña me acuerdo que sentía una potente conexión con ella.
Iba viendo que de forma inexplicable, las flores estaban en todos los saraos emocionales.
Daba igual que fuera en las alegrías o en las penas, celebraciones despedidas…
Me llamaba mucho la atención la relación que tenían las flores con las emociones.
Y partiendo de esa conexión, empecé a entender el lenguaje de la naturaleza.
Me formé como Masajista, ya que después del accidente tenía lesiones que quería tratar, quería recuperarme completamente.
Aprendiendo bajo mi propia experiencia y mis necesidades.
Esto me llevó a querer saber más…
Me formé en Naturopatía, con especialidad en las flores, que eran las que siempre habían llamado mi atención.
Hoy desde mi experiencia y mi formación como Naturópata-Masajista sé que te puedo ayudar sin que te tenga que parar un agente externo.
Yo tuve suerte y me recuperé muy bien de las lesiones causadas.
Y en realidad, mucho se lo debo entre otras cosas a las propiedades de las flores porque…
Y todo esto ha sido gracias a la conexión con la naturaleza y las flores.
Que me han ayudado a comprender un lenguaje milenario, que sigue funcionando en la actualidad.
Durante todo estos años, he perfeccionado un método propio (después de haber estudiado y aplicado varias terapias naturales) para reconectar con tu naturaleza, acallar tu mente y conseguir vivir con calma de una vez por todas.
Y casualmente, la forma más directa de identificar esas partes que quieres borrar, es a través de las emociones.
Porque esos sentimientos que no controlas, son los que «manchan tu lienzo».
De esta forma, podrás empezar a pintarlo como tú quieras.
Mira, las emociones se generan en circunstancias concretas en tu día a día. Y si esas situaciones se repiten mucho, esas emociones se vuelven crónicas.
Al final, es muy probable que estas emociones crónicas se queden plasmadas en tu ADN, incluso que tus hijos las hereden.
Esto quiere decir, que todos tenemos una serie de emociones que hemos heredado de nuestros ancestros, y que te están afectando como si fueran tuyas.
Por eso es tan importante identificar y hacerte cargo de tus emociones, estén en el estado en el que estén.
Esto hace, que cada una tenga su propia configuración emocional, por lo tanto, la fórmula para descifrar tus emociones, va a ser única.
Y esto es lo que te propongo.
Crear tu fórmula personalizada para gestionar tus emociones.
¿Cómo descifrar tu fórmula personalizada?
Seleccionaré tus flores en preparados homeopáticos con los que se logra unos espectaculares Remedios Emocionales, equilibrando las emociones cuando estas se encuentran alteradas, curando a través de un profundo proceso de concienciación.
Para su elección nos hará falta una observación profunda y sincera acerca de como nos sentimos con la ayuda de un terapeuta avalado.
Las herramientas que utilizo entre otras son Flores de forma sensible, sostenible y ecológico, junto al método del Dr. Edward Bach.
A través de aceites esenciales y en sinergias permitiremos que entre en nosotras el aroma original de plantas y flores, limpiando con su fragancia nuestro cerebro poco a poco, afinando la percepción mientras va limpiando la información falsa depurando tus neuronas y volviéndose más precisa y selectiva.
Diagnosticaré tu piel “el espejo de tu alma” A través de cremas vivas, penetrando por los poros de tu piel el mensaje adecuado desde el alma de las flores, plantas y frutas elegidas.
A través de aceites vegetales o simplemente con los principios activos de plantas, flores o frutas, la fitoterapia previene alivia o cura muchos de los síntomas físicos.
Atenderé tus puntos débiles de tu físico, esas posibles somatizaciones emocionales con consejos a través de tisanas, compuestos vegetales…
Se obtiene a través de la energía del veneno de plantas animales y minerales buscando la similitud del mal físico, psíquico y emocional, siendo así totalmente inocuo. Samuel Hahnemann médico fundador de la homeopatía.
Valoraremos
También utilizaremos recomendaciones yóguicas, asanas clínicas para las consecuencias musculares que nos traen las tensiones emocionales.
Con esta técnica hindú aportamos un mayor control físico y mental a nuestro yo.
*Puedes realizar el pago por Bizum al número +34 600 834 417.
Para realizar el pago por Trasferencia Bancaria ponte en contacto conmigo desde este mismo número +34 600 834 417 (WhatsApp o llamada) o por email a kaixo@mariamarkinez.com
Con mi método precisamente quiero enseñarte herramientas para hacerte responsable de tus emociones gracias a conectarte con la naturaleza. Al principio, yo seré la que te facilite esa conexión, claro, pero a medida que vayas conectando con tu instinto, te irás soltando y siendo cada vez más independiente.
¡Para nada!, aparte de sus sorprendentes y sutiles resultados si algo de bueno tiene este método que juntas formularemos, es su valor inocuo.
Mira, el hecho que ahora estés aquí conmigo, es una buena noticia para ti, el deseo de cuidarte es evidente, darle al botón de compra es un gasto, y si no te convence es mejor que pases página, pero si te convence… ¡¡¡Felicidades!!!
No te olvides que tu fórmula es tuya, y es la que estás necesitando en el momento en el que estas, los demás tendrán la suya propia, pero no dudes en hacerme cualquier consulta, ¡quien sabe! Igual puede interesar. Las preocupaciones de los seres queridos no las podemos dejar pasar, muchas veces afectan en exceso a nuestra sensibilidad.
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